Durante las vacaciones del verano, el pelo se ve muy dañado por culpa de las radiaciones solares, de la sal del agua del mar o incluso del cloro y demás productos que se emplean en el mantenimiento de las piscinas. El hecho de disfrutar de días de agua y sol son, por tanto, un duro enemigo para cualquier melena ya que se ve resentida.
Ahora, al regresar a la rutina, muchas son las personas que descubren que su cabello está más seco, que está quebradizo, que presenta un aspecto mucho menos luminoso o que incluso se está cayendo de manera más frecuente y en mayor cantidad. Pues bien, en todos esos casos lo que hay que hacer es tomar medidas como las siguientes:
- Someterse a un estudio del pelo. Para ello hay que acudir a profesionales que pondrán en marcha un análisis exhaustivo del mismo, gracias a sistemas fotográficos digitalizados tales como el TRICHOSCAN. De esta manera, se podrá conocer el estado real en el que está aquel, en cuanto a aspectos como la densidad o el crecimiento, y se podrá elegir el tratamiento más adecuado para revitalizarlo.
- Otra de las actuaciones necesarias después del verano en este sentido que nos ocupa es hacer uso de todo tipo de mascarillas y champús que hidraten convenientemente la melena.
- No hay que olvidar tampoco que los expertos en peluquería y estética aconsejan que una buena medida después del verano es cortar el cabello para poder sanearlo.
- Asimismo, si es importante someterse a un estudio del pelo, también es aconsejable evitar durante un tiempo hacer uso de planchas y secadores que puedan contribuir a hacerlo quebradizo y a tener un aspecto más “muerto”.
- También es recomendable no cepillarse en exceso el cabello y cuando sea necesario hacerlo con peines de madera que no le causen más daño.
